viernes, 5 de diciembre de 2008

LENGA


Nombre Científico: Nothofagus pumilio

La lenga, Roble de Tierra del Fuego o Roble blanco, (Nothofagus pumilio), es un árbol de la familia de las Nothofagaceae (o de la familia Fagaceae según otra clasificación). Es una especie representativa del bosque andino patagónico del sur de Chile y de Argentina. Crece desde la VII a la XII regiones de Chile, abarcando desde los 35º a 56º de latitud sur.Sus hojas son caducas, de 2 a 4 cm de largo, de color verde oscuro, tienen forma redondeada o elíptica y el borde aserrado. En otoño se tornan amarillas y rojas. Su madera es de buena calidad y se utiliza en construcción.Dependiendo del sitio donde crezca puede alcanzar más de 30 metros de altura y diámetros de 150 cm.
Habita en la cordillera de Los Andes, en suelos volcánicos en las laderas de las montañas y también en los suelos delgados del sur de la isla de Tierra del Fuego. Puede tolerar -30 °C y heladas todos los meses del año. Se recupera después de incendios.

ARAUCARIA-PEHUÉN


Nombre Científico: Araucaria araucana

La Araucaria o Pehuén (Araucaria araucana), también llamada piñonero, pino araucaria o pino de brazos es un árbol nativo de Chile y Argentina, que hoy en día se encuentra distribuido en zonas muy restringidas de la Cordillera de los Andes y en una pequeña población de la Cordillera de la Costa chilena. Hoy en día esta especie está distribuida en la cordillera de los Andes principalmente en grandes extensiones del Parque Nacional Lanín en Neuquén (Argentina), entre 37º S y 40º S, y también en la Cordillera de la Costa (Chile), donde se la encuentra sólo en la Cordillera de Nahuelbuta (VIII Región).Crece únicamente a más de 800 metros sobre el nivel del mar, y de manera óptima en la cota de los 1.000 msnm.
Se la encuentra en terrenos rocosos y arenosos con buen drenaje (por lo común de origen volcánico), en alturas donde la nieve permanece sobre el suelo durante largas temporadas y generalmente en lugares de bajas temperaturas.Se halla asociada a bosques mixtos de lenga, ñirre y coigüe, pero en general tiene tendencia a formar bosques puros.Debido a su lento crecimiento se han observado araucarias que han alcanzado hasta 1.000 años de edad.
Es un árbol perenne, de hasta 50 metros de altura, con tronco recto, cilíndrico, a veces muy grueso (3 o más metros). Sus hojas son de extrema dureza y están provistas de un mucrón (espina) en la punta, de color verde oscuro. Existen plantas masculinas y femeninas, con diferencias morfológicas en las placas que forman la corteza y en las flores, siendo mucho más vistosas las femeninas.La madera de araucaria es compacta, liviana, fácil de trabajar y de un color blanco amarillento; por eso es utilizada para labores de construcción y carpintería.Antiguamente los troncos rectos y cilíndricos se empleaban en la fabricación de mástiles para embarcaciones. Las semillas, llamadas piñones, son comestibles y tienen alto valor nutricional

SAUCO

Nombre Científico: Sambucus australis
Familia: Caprifoliaceae.
Ubicación: Noreste de la Argentina.
Descripción: Arbol perenne. Su altura es de hasta 6 metros, con hojas verde brillante oscuras. Corteza ocre claro. La floración ocurre en primavera-otoño, es blanca y perfumada en ramilletes
El fruto es de color violeta oscuro de tipo arjas, ya que caen sus ramas por el peso. Estos atraen a los pájaros, quienes después por medio de sus excrementos esparcen la semilla por todos lados.Posee un sistema de defensa sorprendente: si alguien se acerca emana un perfume suave, pero ante el mínimo tacto de sus hojas, el perfume se transforma en un olor parecido al del zorrino.
El saúco es un árbol que desarrolla una buena sombra, contribuye a frenar el viento y refrescar el aire, además de evitar la erosión del terreno. Sirve de apoyo a plantas trepadoras. Da de comer a muchos insectos, pájaros y animales . Con el fruto se tiñen tejidos y se colorean comidas

CEIBO

Nombre Científico: Erythrina crista-galli
Etimología: Erythrina deriva del griego y significa rojo. Crista-galli, del latín y significa cresta de gallo, por la forma y color de sus flores.
Familia: Fabáceas.
Lugar de origen: Sudámerica (Argentina, Uruguay, Bolivia, Brasil y Paraguay). La Flor del Ceibo fue declarada “Flor Nacional" en Argentina y en Uruguay.
Arbol nativo de follaje caduco, tronco tortuoso y corteza muy fisurada. Copa extendida de forma irregular, ramas arqueadas y con aguijones. Florece en grandes racimos colgantes de flores carnosas, color coral o rojo intenso, con estambres amarillentos.Las inflorescencias se extienden en las ramas en forma terminal. Las hojas son verde oscuro. Crece preferentemente en zonas ribereñas del Paraná y del Río de la Plata, pero también se lo puede hallar en zonas cercanas a ríos, lagunas y zonas pantanosas.

LEYENDA: EL CEIBO (“Leyendas argentinas, de Inés Márquez”, 1957. Compaginación de Victoria Mabel Romero, Museo Histórico Regional Ichoalay, Resistencia, Chaco)
"Ya florecen los ceibos... y, en las costas del Paraná, parecen borbotones pregonando el sacrificio de una india que – lo dice la leyenda- se ofreció en aras de la libertad. Bello holocausto de princesa india. Era hija de un cacique. Tenía la bravura heredada de su estirpe... y los guerreros la llamaban cariñosamente “Anahí”: Malita.. Si, era brava Anahí... Un día se enfrentaron el acero español y la flecha guaraní. El león de Castilla y el yaguareté de las costas del Paraná estaban frente a frente. Todo parecía impregnado de una inquietud expectante... Hasta los pájaros desde sus nidos contemplaban la escena; el sol ponía color y brillo en los aceros... y el agua rumorosa entonaba, con la fuerza de la corriente, una marcha guerrera con acentos de profecía...De pronto, el cacique dobló la testa poblada de sudor... y una mancha roja... bien roja, parecía fatídica llamarada en el pecho del guerrero guaraní.El poniente se teñía a la distancia con tintes de agonía; y... mientras los hombres de la tribu huían en dolorosa derrota por la muerte de su jefe... el español tornaba al barco... pero esta vez la victoria dejaba en él un sabor amargo... muy amargo: en la costa había caído un valiente.Anahí no huyó... ; Anahí palpó la herida fresca del indómito padre. Y... una fuerza loca... fuerza selvática de virginal fiereza en que florecía su raza, la obligó a erguirse. Los vientos llevaron su grito de guerra... y las huestes convocadas acudieron al combate.El testimonio de la luna que se asomaba curiosa reemplazó al ardiente testigo que se ocultó de prisa. Anahí cayó prisionera... y la oscura bodega del barco fue su calabozo.Ella... Ella..., en el oscuro calabozo sin ver el sol..., sin contemplar la luna..., sin mirar la tierra... sin gritar sus derechos!
Uno tras otro los lebreles y carceleros fueron cayendo. Anahí parecía una débil mujer... Pero era una cachorra de tigre americano... heredera de una estirpe que no quería entregarse.Ya había caído el tercer centinela en vergonzoso y oscuro combate allá en la bodega del barco español... y, la ira del capitán no tuvo límites. Esa rebelde merecía la hoguera.La leña colocada al pie de un árbol ribereño... y sobre los leños: Anahí, fuertemente atada al tronco...
Ya subían las lenguas de fuego envolviéndola toda... y el tronco amigo pareció suspirar hondo... muy hondo. El corazón del árbol hospedó a la bella muchacha a quien los españoles vieron desaparecer.Poco después, en las ramas del árbol generoso, brotaron flores rojas... bien rojas que agitadas por el viento parecían desgranarse en arengas.Es Anahí que, año tras año, sigue gritando a todas las generaciones, que nunca es más bello el precio de la sangre que cuando se vierte en defensa de la libertad

LAPACHO ROSADO

Nombre Científico: Tabebuia impetiginosa
Nombres comunes del Lapacho: Ipé, Lapacho Crespo, Lapacho Morado, Tayí, Tayí-hti, Tayí-piraí y Tayí-pirurú.
Es uno de los árboles ornamentales más hermosos de Argentina, por lo que es utilizado en arbolado urbano y en decoración de parques y jardines.
Florece de junio a septiembre
Medidas: La altura es de 30 metros, el diámetro del tronco es de 1,5 metros.
Tronco: Rectos. Cilíndricos, ramificado por encima de los 10-12 m.; copa subglobosa a irregular.
Corteza: Castaño oscuro con grietas profundas longitudinales transversales, más marcadas con la edad, dura y difícil de desprender.
Hojas: Opuestas, palmaticompuestas, 5-folioladas, con pecíolo de 4 a 11 cm. de largo; folíolos con pecioluelos de 0,5 a 4 cm. de largo, las centrales más largos, láminas ovadas elípticas de 5 a 19 cm. de largo por 1,5 a 9 cm de ancho, las laterales más pequeñas con colores o levemente descolores, ápice agudo o redondeado, bordes generalmente aserrados.
Flores: Cigomorfas, perfectas, dispuestas en inflorescencias terminales hasta de hasta 30 cm de largo; cáliz campanulado de 6-9 mm. de largo; corola infundibuliforme, rosada, rosada lilaza o magenta, de 4-7.5 cm de largo.
Fruto: Cápsula cilíndrica, péndula, de 12 a 56 cm de largo por 1 a 2.5 cm de ancho, glabra, haladas de1 a 1.6 cm de largo por 3 a 5-8 cm de ancho

JACARANDÁ


Nombre Científico: Jacranda mimosifolia
Etimología: Jacarandá es un nombre de origen tupí que significa fragante; mimosifolia, del latín, alude a la similitud de sus hojas con las de la acacia mimosa.
Descripción: El jacarandá es un árbol de follaje caduco o semi caduco, de gran porte y resistencia, copa ancha y ramificada y vistosa floración.
Hojas doblemente compuestas con folíolos pequeños, semejantes a las hojas de los helechos, lo que le confiere a la copa un característico aspecto de ligereza y liviandad.
Tiene abundante floración en primavera, en panojas de flores tubulares de color liláceo que destacan por su gran belleza y duración
Los frutos en cápsulas son vainas leñosas color castaño, de forma oval, similares a castañuelas de madera, con dos tapas que se abren cuando maduran. Estas cápsulas permanecen bastante tiempo en el árbol y contienen en su interior semillas aladas.Muy utilizado como árbol ornamental en arbolado urbano

LA LEYENDA DEL JACARANDA (Corrientes, Argentina)
“Cuando los españoles comenzaron a poblar Corrientes, trayendo consigo a sus familias, vino a habitar este suelo un caballero que traía consigo a su hija. Una bella jovencita de escasos dieciséis años, de tez blanca, ojos azul oscuro y negra cabellera. Se instalaron en una zona no muy retirada de la ciudad de las Siete Corrientes, en una reducción donde los jesuitas cumplían su misión evangelizadora y civilizadora, enseñando no sólo el amor a Cristo sino también a cultivar la tierra a los guaraníes.Entre los jóvenes de esa reducción se distinguía Mbareté, un mocetón veinteañero alto y fornido, que trabajaba la tierra con tesón, como queriendo arrancar de sus entrañas toda su riqueza y sus secretos.Una tarde en que Pilar -la joven española- salió a caminar en compañía de una doncella que la servía, vio a Mbareté y fue verlo y prendarse de su apostura. El indio también la observó con disimulo al principio, con desenfado después, y admiró su blanca piel, su negro cabello y el color de sus ojos.El encuentro fue fugaz. Tan sólo intercambiaron una mirada. Pero Mbareté la siguió con la vista hasta que la joven desapareció entre unos arbustos. El indio buscó la forma de que el jesuita le asignara tareas cerca de las casas y, en silencio, hurgaba por cuanta abertura había, para poder ubicar a la joven. Pilar, entre tanto, no podía borrar de su retina la imagen del joven aborigen. No podía olvidar lo hermoso que le pareció con su torso desnudo, cubierto de gotas de sudor que le parecían chispas del sol que se le pegaban al cuerpo, al estar realizando su rudo trabajo.No pasó mucho tiempo y un día Pilar y Mbareté se encontraron. Esta vez las miradas fueron largas y profundas. Tan profundas que -sin palabras- se adentraron en el espíritu de ambos, mutuamente. Mbareté pidió ál sacerdote que los instruía que le enseñara el castellano. Y aprendió rápido todas aquellas palabras que le sirvieran para expresarle a Pilar que la amaba desde el primer día en que se conocieron. Y buscó la forma de encontrarla a solas y poder hablarle. Y esa oportunidad la tuvo el día en que halló a la joven rodeada de indiecitos a quienes les enseñaba el catecismo. El joven se acercó al grupo y sin musitar palabra permaneció observándola hasta que los niños se fueron.Entonces, Mbareté caminó junto a ella y, ante su asombro, le habló en español -balbuceante, al principio- para confesarle su amor. Pilar se ruborizó, se sintió confundida, quiso ocultar sus sentimientos, pero sus hermosos ojos azules y su cálida sonrisa la traicionaron y el joven pudo comprobar que era correspondido.Los encuentros se repitieron. Mbareté le propuso huir juntos, lejos, donde su padre no pudiera encontrarlos. Le habló de construir una choza, junto al río, para ella y allí unir sus vidas. Pilar aceptó y, cuando la choza estuvo concluida, amparándose en las sombras de una noche en que Yasy les brindó su complicidad, escapó con su amado.A la mañana siguiente, el caballero español buscó infructuosamente a su hija, hizo averiguaciones y alguien de la reducción le comentó que la habían visto frecuentemente en compañía de Mbareté y que éste también había desaparecido.Furioso, el padre convenció a varios compañeros para que lo ayudaran a encontrar la pareja y, fuertemente armados, comenzaron la búsqueda. Pasaron varios días hasta que descubrieron la choza junto al río. Sigilosamente, tomaron posiciones para observar a sus moradores. Así vieron llegar a Mbareté en su canoa, con el producto de su pesca, y vieron también salir a Pilar a recibirlo.El padre de la joven no resistió la visión de la tierna escena de los amantes abrazados y salió de su escondite gritando el nombre de su hija y apuntando con su arma al indio. La joven vio el fuego del odio en los ojos de su padre y comprendió lo que cruzaba por su mente. Trató de evitarlo; de explicarle su actitud, pero el español siguió avanzando con el dedo en el disparador. Pilar se interpuso entre los dos hombres en el preciso instante en que la carga fue lanzada y cayó con el pecho teñido de rojo, fulminada por su propio padre. Al ver esto, Mba-reté quedó atónito, tieso, sin atinar a defenderse. Fue entonces cuando otro disparo le dio en plena frente y el joven se desplomó sobre el cuerpo de su amada. El padre, dolorido e indignado, no se acercó siquiera a los cuerpos yacentes e instó a sus compañeros a volver a la reducción. Esa noche, la imagen de su hija no pudo apartarse de su mente, y con las primeras luces del alba, inició el camino hacia el lugar donde tan tristemente terminara ese amor tan grande que motivó que los jóvenes se olvidaran de sus diferencias de raza.Cuando llegó a la choza, el español no halló restos de la tragedia y en el lugar donde la tarde anterior yaciera la pareja -sin que existiera ningún rastro de la sangre allí derramada- se erguía un hermoso árbol de tronco fuerte, cubierto de flores azul oscuro que se mecían suavemente con la brisa.
El hombre tardó en comprender que Dios había sentido misericordia de los enamorados y había convertido a Mbareté en ese árbol, y que los ojos de su hija lo miraban desde todas y cada una de las azules flores del jacarandá. (“Cuentos y leyendas de la Argentina”, José Olañeta Editor, Barcelona en Temakel. Por Esteban Lerardo)

LAPACHO AMARILLO

Nombre cientifico: Tabebuia amarillo
Nombre común: lapacho de flor amarilla, lapacho amarillo
Familia: Bignoniáceas
Origen: Sur de Brasil, nordeste argentino, Paraguay.
Descripción: árbol que en nuestro medio no sobrepasa los 7-8 m. de altura, de follaje caduco hacia el final del invierno
Hojas compuestas, con cinco folíolos generalmente, oblongo-lanceolados u obovados, verde oscuros en el haz, más claros y pubescentes en el envés, donde el central es más grande que los otros.Flores amarillas, de unos 6 cm. de largo, dispuestas en inflorescencias terminales. Fruto una cápsula cilíndrica de hasta 25 cm. de largo, pubescente.Multiplicación: Por semillas, las que no requieren ningún tratamiento especial y se siembran a fines de invierno o principios de primavera.